El proyecto Food Integrity, de cinco años de duración y puesto en marcha en 2014, ha obtenido cerca de tres millones de euros para realizar estudios y proyectos con los que ampliar la seguridad del suministro de alimentos.
Ya ha logrado progresos sólidos en cuanto al establecimiento de una base de conocimientos en Internet. Esta base proporcionará a la industria alimentaria, las autoridades reguladoras y las organizaciones de investigación acceso a información y herramientas analíticas de eficacia demostrada contra el fraude alimentario.
El trabajo realizado hasta la fecha se ha dedicado al diseño y el desarrollo de una estructura idónea para esta base de datos. Tras su puesta en marcha, la herramienta ofrecerá información detallada sobre los principales productos alimentarios, temas relacionados con posibles fraudes alimentarios y enlaces a métodos existentes con que combatir amenazas.
En el proyecto se analizaron herramientas utilizadas actualmente para detectar fraudes alimentarios y se identificaron indicadores fiables y útiles en labores de control. Se obtuvo la opinión de partes interesadas pertenecientes a la cadena de suministro —desde envasadores a distribuidores— para emplearla en el desarrollo de métodos más sólidos y eficaces para combatir el fraude.
En conjunto, estos hallazgos reforzarán la integridad de la cadena de suministro de la Unión Europea, sometida a un constante asedio por parte de las imitaciones etiquetadas fraudulentamente. Es más, si se logra que los consumidores confíen en la seguridad, la autenticidad y la calidad de los alimentos europeos, se pueden obtener grandes beneficios económicos.
Este proyecto, que concluirá a finales de 2018, pondrá en marcha un sistema de alerta temprana perdurable por sí solo dedicado al fraude alimentario con el que descubrir fraudes nuevos y creará una red mundial de partes interesadas, también perdurable de forma autónoma, que garantice el máximo provecho de los resultados del proyecto. También se desarrollarán procedimientos de verificación para controlar mejor los alimentos y órganos independientes de especialistas en autenticidad de los alimentos que faciliten información sobre el fraude alimentario a la Comisión Europea, Codex y otros organismos internacionales.
Fuente: financialfood.es