El referencial de los futuros de trigo se disparó el jueves a su máximo en 23 meses, después de que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, anunciara una veda temporal a las exportaciones de granos y productos agrícolas en un momento en que el país vive una feroz sequía.
Rusia sufre la peor escasez de agua en un siglo, y Putin prometió subsidios por 10.000 millones de rublos (unos 253 millones de euros) y créditos por 25.000 millones de rublos, además de informar de la distribución de los granos de las reservas de intervención del Gobierno.
El ex presidente ruso firmó un decreto que prohíbe las exportaciones de trigo, cebada, centeno y maíz, así como de harina de trigo y centeno, a partir del 15 de agosto hasta el 31 de diciembre, dijo el despacho del Gobierno en un comunicado el jueves.
El decreto también propone que el Gobierno solicite a la comisión ejecutiva de la unión de aduanas de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán que aplique la prohibición a las exportaciones en los tres países.
Los precios del referencial de trigo en Estados Unidos han subido casi 70 por ciento desde fines de junio.
En el mercado de Chicago, los futuros del cereal se aceleraron hasta marcar el límite de subida estipulado por la plaza y tocar un máximo en 23 meses de 7,8575 dólares por bushel. Pero aún hay un largo recorrido hasta los 13,345 dólares por bushel registrados durante la escasez del ciclo 2007-08.
El veloz deterioro de las perspectivas de cosecha de la región del mar Negro, las preocupaciones sobre la siembra del próximo año y por el impacto de la prohibición de las ventas externas en Rusia alimentaron el alza a nivel global.
«Un freno a las exportaciones en Rusia implica que hay que mezclar de nuevo las cartas en el mercado internacional de trigo. Va a abrir nuevas y enormes oportunidades para las ventas del oeste de Europa y de Estados Unidos. Las implicancias serán gigantescas», dijo un operador en la UE.
El año pasado, Rusia exportó 18,3 millones de toneladas de trigo, una cantidad solo superada por Estados Unidos y la Unión Europea, según datos del Consejo Internacional de Cereales.
Los temores a que se repita la crisis alimentaria de 2007-08 y a la inflación fueron los principales impulsores de la escalada en el trigo, pero la FAO, dependiente de Naciones Unidas, dijo el miércoles que ese tipo de inquietudes no estaban justificadas.
La FAO señaló que los inventarios globales, especialmente los que están en manos de los principales exportadores, son suficientes para cubrir la caída de la producción prevista después de dos años cosechas récord.
«Factores externos, incluyendo el ambiente macroeconómico y desarrollos en otros mercados de alimentos, que fueron grandes conductores detrás del alza de los precios internacionales en 2007/08, no representan una amenaza hasta ahora», dijo la FAO.
Jugadores de algunos mercados coinciden con esta visión y señalaron el papel de los especuladores en la subida.
«Un mercado de Chicago que gana un dólar en cuatro días no es un mercado movido por los fundamentos», dijo un operador. «El retroceso, si ocurre, va a ser muy severo. Está siendo un mercado de actores financieros y lo llevarán hasta donde quieran».
Rusia aplicó aranceles altos a las exportaciones de granos durante varios meses en 2004 y 2008 para asegurar el consumo nacional, y vendió granos de sus inventarios en el mercado local para mantener los precios calmados.
La fijación de derechos a las ventas externas es usualmente un procedimiento extenso que debe ser acordado por varios ministros y luego suscrito por los socios de Rusia en la nueva unión aduanera con Bielorrusia y Kazajistán.
En 2008, las discusiones para la estipulación de los aranceles comenzó a principios de otoño, pero las tarifas actuales fueron fijadas en enero.